viernes, 1 de octubre de 2010

Inevitable tentación de invierno

A pesar de que algunas tardes del mes de agosto se presentan frías, ventosas y con el cielo inmensamente gris, muchas personas no suspenden sus actividades. Quizá por obligación o simplemente por gusto, recorren muy abrigados el centro de la ciudad.
Y una de las tantas personas que allí se encuentran es el vendedor de garrapiñadas. Su labor es ineludiblemente perceptible. Y esto porque ninguno de nuestros sentidos está exento de captar, en alguna medida, el trabajo de este hombre cuyo fin no es otro que el de recaudar dinero para cubrir sus necesidades y las de su familia.
La primera impresión se le presenta a nuestro olfato. Ante él se exhibe un profundo aroma a esencia de vainilla que se mezcla con el del azúcar que lentamente se disuelve y oscurece por el calor del fuego.
¡Garrapiñadas!
Enseguida aparecen las imágenes que nos da la vista: un puestito de chapa coloreada que posee un techo limitado y ruedas que permiten su cómoda movilidad, la olla donde se combinan el almíbar y el maní, varias bolsitas que contienen el producto ya elaborado listo para ser vendido y un cartel en la parte superior que reza “Praliné”.
Al olfato y a la vista se le anexa el sonido que se origina cuando se revuelven los frutos secos con el azúcar fundido. Lo que se escucha se asemeja a la caída de varias piedras diminutas sobre un recipiente de metal.
Restan dos sentidos que funcionan sólo si se decide comprar las garrapiñadas: el tacto y el gusto. La sensación que las manos perciben surge en el mismo instante en que se toma la bolsita de celofán y continúa cuando, una vez abierta ésta, se toma el maní cubierto de una superficie áspera.
Y, finalmente, llega el momento de la degustación. Ese momento que se ansía desde que una primera señal arrebata todos nuestros sentidos. El momento en que apreciamos lo crocante y lo dulce en combinación perfecta con los frutos del maní. 
De cualquier manera, nadie puede dejar de percibir esta inevitable tentación.     

Noelia Bruno

1 comentario:

  1. Esto es para los tres integrantes de este blog: me parece una buena idea que compartan sus ideas y concepciones y pongan en práctica las herramientas de lo aprendido en la carrera ya que a los que seguimos el mismo camino nos hace sentirnos identificados y "enredarnos" en lo que publican!!! Éxitos!!
    Noe: ya te había dicho que esta crónica me había gustado y lo sigo sosteniendo!!! Besos a los 3!!Marina

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